Primera avería.
Se ha roto el
cable del velocímetro justo a la salida de "Crotone".
He parado para
comprar la cena en un súper, y cuando me pongo en marcha voy a cero kilómetros
por hora. Acelero más y sigo yendo a cero. La cosa no es muy grave. En Italia
los indicativos de velocidad, y los intermitentes son innecesarios. Nadie los
utiliza. En carretera casi siempre voy más lento que los coches, y en ciudad me
pongo al ritmo del tráfico. Suficiente.
Pero me preocupa
que el cuentakilómetros tampoco funciona. A partir de ahora no "haré"
más kilómetros (cosa interesante si quieres vender la moto con poco kilometraje).
Pero ahí es donde reside precisamente mi mayor inquietud. Por ahora no me
preocupa en exceso, pero el contador parcial evidentemente tampoco funciona, y
lo uso para calcular cuanta autonomía tengo. Ahora que voy cargado, con el
depósito lleno, hago unos 200-220 kilómetros antes de poner la reserva. La
reserva da para unos 50 más, nunca la he apurado más de 40 y era sin equipaje.
Cuando entre en
Asia la idea es repostar después de 100-150, para tener siempre un margen mayor
de seguridad, y terminaré comprando un bidón para las estepas de Turquía y
sobre todo de Irán.
Aguantaré la
situación hasta Regio Calabria que es una ciudad importante. Aquí hay muchas
gasolineras y no me preocupa ir entrando en la reserva, ni saber cuanto puedo
seguir sin repostar la gasolina más cara que he encontrado hasta ahora. El
litro de la de sin plomo está entre 1,75 y 1,90 €/litro. Alrededor de 20€
llenar el depósito.
Hace un par de
días que han cambiado al horario de invierno y todavía estoy un poco confuso.
No comparto la idea de que se ahorre energía. No conozco negocios que no pongan
las luces cuando abren: mercerías, pastelerías, ferreterías, supermercados,cafeterías,
panaderías, pescaderías, bares, … y desde luego oficinas, talleres, fábricas…
todos usan la iluminación eléctrica durante el día. Los únicos que no la
pondríamos somos nosotros en casa. Pero ahora, cuando llegamos, la oscuridad
nos acompaña más tiempo por lo que encendemos más rato las luces.
Y si hablamos de
la calefacción, no entiende de luminosidad, si no de frío, si acaso del
termostato. El consumo será igual independientemente de la hora que ponga en el
reloj, ya que su ciclo es más largo que las horas del día o de la noche.
Todavía no he podido entender porque dicen que se ahorra.
A todo esto, yo
sin saber cuántos kilómetros hago. La sensación cuando llego a Regio C. es de
que es tarde. Pregunto en una tienda de neumáticos si saben de una tienda de
Kawasaki para un recambio. Se molestan mucho y terminan haciendo una llamada a
un conocido con un negocio de auto-recambios cerca del aeropuerto. Me pongo al
teléfono y parece que no me entiende y aún así me sugiere cambiar el reloj
entero. Lo agradezco y salgo de allí con la dirección apuntada, pero con malas
vibraciones. Pese a eso me dirijo hacia el aeropuerto, pero de camino veo una
tienda de repuestos con motoristas repartidores y vuelvo a preguntar. Entienden
rápido el problema pero me dicen que ellos no tienen recambios para la moto,
cosa que ya daba por supuesta, pero les pregunto por el concesionario y me
indican que está al lado de la estación central. Qué suerte, he pasado por delante
hace cinco minutos y creo que llegaré en un tris.
Simone |
Y ahí está.
Cerrado.
Sin cartel de horario. Pensando que si el resto
de los negocios están abiertos y este no, pasa algo raro. Pregunto a un agente
de seguros que trabaja justo encima, y que abre el portal, si sabe los horarios
de la tienda. Sin problema, abren a las tres y media. Mi sensación era de estar
a media tarde, pero esta apenas empezaba. Pensé en la situación del cambio de
hora, y si sumamos que habrá un uso horario de diferencia con mi casa en León
la percepción tenía su lógica.
Ahora resulta que es pronto, pero solo unos
minutos.
Apenas abre la puerta una pareja me dirijo a
ellos. Se trata de Enzo y su mujer. Me escuchan atentos y me piden que espere
cinco minutos, que vienen ahora. Pero cambian de idea y me dicen que les
acompañe a tomar un café, que era para lo que necesitaban el tiempo. Antes de
ponernos en marcha llegan los mecánicos y creo entender que les comenta que
busquen la pieza y que terminen con una moto que está en el taller para hacerme
sitio.
Simone y Marco |
Impresionante. Me invitan al café y casi me
obligan a probar un dulce típico “pece”, un bollo de crema muy aromático.
Hablamos de viajes, deseos y planes.
De vuelta en el taller se ponen manos a la obra
los mecánicos Simone y Marco, el más joven. Tienen el cable y se ponen a cambiarlo.
En mis mejores augurios suponía que tendrían que encargarlo y lo tendrían que sustituir,
o me lo llevaría, después de la visita a mis amigos de Sicilia.
Llega la hora de pagar y empiezan a hablar de
un descuento importante porque estoy dando la vuelta al mundo. Puntualizo que
bastante menos. Contestan que entonces bastante menos descuento, pero terminan
aplicando más. Al final no sé si llegué a pagar el valor de la pieza o el café,
pero lo que parecía una avería resultó ser un alegría.
Simone, servidor y Enzo |
Como colofón me dirijo al embarcadero para
coger el ferry y llego justo a tiempo. Me obligan a saltarme la cola y es
llegar, montar, y zarpar en menos de cinco minutos.
Veinte minutos después estoy en Sicilia.
Cuidarse,
Marne
Eres un hombre afortunado, Marne. Eso, o que tienes mucha suerte, jodío!
ResponderEliminarSigue igual de bien :)
Gracias muchacho. Tener mucha suerte solo está bien si es buena suerte ;-)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAnimo Marne!!! Menudo peacho de viaje tron!!!, dale mas gasolina, jejej
ResponderEliminarEspero que te vaya genial y tengas buenas y sanas aventuras.
Desde la montaña te mandamos recuerdisimos.
Cuidate y disfruta brother!
Bon voyage!!!
Orale brother.
ResponderEliminarGracias por los ánimos, estoy disfrutando como pocas veces.
Cuiden esa montaña para cuándo vuelva, recuerdos para todos.
Cuidense