Para el que se acuerde:
voz de la abuela de “las chicas de Oro”
–
Sicilia,
2012. Me paro en una gasolinera y cuando voy a meter la marcha se rompe el
cable del embrague…
Segunda Avería
Solo un trocito |
Estaba llegando a casa
de mis amigos en Melilli, Siracusa y escasamente a diez kilómetros de su casa
se rompe el cable del embrague.
Benedetto y Tatiana me
esperan hoy, pero no hay hora de llegada. Hemos quedado en hacer una llamada.
Ha sido un día con mucha
lluvia, y no me he percatado de que el traje de agua no estaba bien puesto. Yo
no me he mojado, pero la cazadora y los pantalones están calados. Ahora ya no
llueve, pero si hubiera seguido así estaría empapado.
Un poco de agua |
Como es pronto decido
cambiar el cable y continuar camino. Mi primera vez. Aparto la moto hasta el pie
del motel de carretera que hay al lado de la gasolinera. Me pongo a la tarea y
parece sencillo.
Pero solo la primera
parte, quitar el cable roto.
Tengo tres cables entre
los recambios que me han regalado en la tienda de Kawasaki en León. Pero solo
uno me vale para el embrague, y tengo que poner una presilla en la parte de
abajo para que no se salga de la pieza que tira de la palanca. Resulta que el
cable no entra en la presilla. Intento varias opciones, incluso aprovechar el
cable roto y poner la presilla en la leva, pero no llega aunque le ponga todas
la holguras a tope.
Aparca a mi lado una
furgoneta y se interesan por la situación. Me explico como puedo y me dejan en
la faena. Pasado un rato, visto que no avanzo, y que no veo la solución les
pregunto si tendrán alguna cosa que me sirva de presilla. Por supuesto, pero
que como no lo he pedido antes. Son instaladores de teléfonos y tienen
diferente piezas para hacer empalmes y tornillería diversa.
Encontramos varias piezas
que me pueden servir y el cable queda puesto. Tensamos y comprobamos el
movimiento. Listo.
Ayuda esta vez sin nombre |
Pero las marchan no
entran.
Sí puedo accionar el
embrague, pero no se produce la transmisión del motor a la rueda.
Tenso y destenso el
cable hasta que me doy por vencido. Recojo todo y lo guardo.
Prefería llegar por mi
mismo hasta Melilli, pero ha llegado el momento de usar el teléfono..
Y resulta que en el
hostal lo tienen estropeado. Unos metros más allá hay un complejo con cines,
discoteca, hotel… y me dirijo allí. De entrada me dicen que no, pero que si se
trata de algo importante. Le digo que mi moto está muerta y me dejan llamar.
Hablo con Tatiana y le explico la situación.
Al poco aparece
Benedetto en el coche acompañado de un mecánico: Sebastiano.
Benedetto tiene una
Harley y este es su mecánico de confianza. Hecha un vistazo y enseguida se da
cuenta de que el cable está muy tenso y al soltar la leva no termina de entrar
el engrane.
Lo libera un poco y ya
entra la primera, pero la segunda no termina de entrar.
Prueba un rato y como no
estamos lejos del pueblo decidimos que les siga en primera por carreteras
secundarias.
Taller móvil |
Salgo detrás de ellos y
pruebo a meter segunda. Funciona. ¿Y tercera? Funciona. Y así cuarta, quinta y
sexta. No encuentro la marcha atrás je je.
Llegamos al pueblo y dejamos
la moto en el taller para echarla un vistazo. Pero no mañana, que es fiesta de
todos los santos, si no para el viernes. Esta noche hallowen pasado por agua.
El viernes por la mañana
nos acercamos al taller y ya ha desmontado parte del cambio, el embrague está
bien, pero no sabrá nada hasta la tarde.
No me pongo muy
nervioso, la moto funciona y creo que no puede ser nada grave.
Sebastiano terminó de
abrir la moto, y vio como el empujador de las marchas, una pieza con forma de Y
, tenía roto un lado. Como no encontraba la pieza la ha soldado y rectificado.
Ha vuelto a montar y ha rellenado con aceite nuevo y limpio de virutas y
limaduras de la pieza rota.
He dado una vuelta y
todo en orden, parece que las marchan entran más suaves, pero tal vez solo sean
imaginaciones.
Mañana otra vez en la
ruta y saldremos de dudas.
Esta vez la avería era
más seria, pero el precio me parece muy ajustado con cambio de
aceite incluido y todas las horas que ha echado.
Entre probar la moto y charlar un rato no hice una foto con Sebastiano, y el sábado la "oficina" estaba cerrada. De todas maneras un gusto coincidir con
esta gente.
Cuidarse,
Marne
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